Medio: Diario VI región
Empresas constructoras e inmobiliarias mantienen millonarias deudas conforme no mejora la situación económica del país, sube el dólar, los combustibles y fletes, se encarecen los materiales, unido a la escasez de mano de obra -que presiona los sueldos-, la menor demanda de viviendas por la inflación y trabas crediticias. Todos estos factores sumados a la incertidumbre político económica nacional, ponen en riesgo la continuidad de una gran cantidad de iniciativas de infraestructura pública, generando un déficit de más de 600 mil viviendas.