La reconocida profesional, Michelle Labbé, es ingeniera comercial y Master en Economía de la Pontificia Universidad Católica. Trabajó como jefa de economistas en  Econsult, fue jefa de los asesores del Ministerio de Economía y Directora del Sistema de Empresas Públicas. Hoy se desempeña como economista jefe de Dominus Capital.

Habló con PROPYME acerca del ecosistema en esta era de pandemia.

Desde marzo y para afrontar las consecuencias financieras del Covid-19, el gobierno dispuso una serie de apoyos para las empresas, especialmente, para las más pequeñas. Primero, mediante el Plan Económico de Emergencia y después en junio con el Plan para la Reactivación Económica, Paso a Paso Chile Se Recupera, que significaron ayudas en materia tributaria, de protección al empleo, acceso al financiamiento, entre otros ámbitos.

Además, todos los organismos de fomento como Ministerio de Economía, Corfo, Sercotec, Fosis, ChileCompra, Sence, Sernatur, FIA, Indap, INAPI, ProChile Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, BancoEstado, Servicios Impuestos Internos, entre otros, desplegaron programas, subsidios, fondos y distintas líneas de acción para acompañar a las empresas y emprendimientos del ecosistema (más detalles de las ayudas en www.elijopyme.cl)

Consultamos a  Michelle Labbé, sobre qué evaluación hace de los resultados o efectividad que están teniendo estos apoyos para blindar a las Pymes y para que puedan sobrevivir esta pandemia financiera. La profesional responde que “se realizaron varias medidas. Pero era imposible blindar a alguna empresa en esta recesión, catalogada la peor después de la de los años 30. Sí, por supuesto, fueron y están siendo ayudadas a que sobrevivan”

Aclara que “es difícil evaluar ex post. Como primera impresión, creo que han sido buenas. Sin embargo, más adelante, cuando hayamos superado esto, podremos realizar una evaluación más en profundidad de cuales y cuanto funcionaron”.

“Lo que sí se puede decir que la medida de congelar los empleos resultó muy efectiva. Ya el 50% de las personas suspendidas, pudieron retornar y sólo un 2% fueron despedidas. Por lo tanto, fue una acción que claramente funcionó, porque permitió a que las Pymes no siguieran gastando dinero en sueldos, cuando no estaban generando ingresos”, destaca.

Respecto a la línea de crédito Covid, que contó con respaldo del Fondo de Garantía para la Pequeña Empresa, FOGAPE, afirma que “quiero dejar en claro que una cosa es el proyecto de ley que ingresa al Congreso y otra distinta es la que sale. Por tratar de proteger a las Pymes, el Congreso les restringió, sin desearlo,  el acceso al financiamiento bancario.”

“Cuando dicen que los bancos no quieren prestar es porque la tasa de interés establecida no cubre los riesgos y hay que entender que estamos ante una incertidumbre gigantesca en el mercado. Todos quisiéramos ser buenos. Sin embargo,  tienen que rendir a sus accionistas. Y esto pasó porque el Congreso quiso proteger a las Pymes, pero al final las desprotegió”, explica.

Recuerda que “muchas Pymes venían con problemas, desde el 18 de octubre. Por eso creo que fueron buenas medidas. Siempre se habrá podido hacer más. Pero también había que derivar los recursos a la gente”.

“Si se compara con lo que se hizo a nivel internacional,  los paquetes económicos de Chile fueron entre los más grandes para proteger a las Pymes”, hace hincapié.

Sobre si se puede hacer una estimación económica de como se encontrará el ecosistema Pyme el 2021, reconoce que “es muy complicado, porque dependemos de lo que suceda con esta pandemia y hasta que no tengamos una vacuna, es difícil realizar una proyección. La recesión de hoy es autoinfligida, por consecuencia de las restricciones sanitarias que impusieron los países. Hay que observar los que sucede en Europa. Podría ser un año un poco mejor, pero igual con riesgos”.

Las oportunidades de la digitalización

La profesional reflexiona sobre el aporte del teletrabajo y el ecommerce en este periodo, que  a su juicio fueron herramientas fundamentales para dinamizar las economías locales e, incluso, para la descentralización.

“Hoy podría contratar alguien en Aysén, que antes no habría podido postular a ese cupo, por la distancia.  Por lo tanto, permite reorganizar el sistema de trabajo. Ya las Pymes no tienen que invertir en una oficina. Fue un salto gigantesco y tuvimos que aprender a adaptarnos a las nuevas tecnologías por obligación. El teletrabajo significa que mucha gente saldrá de las grandes ciudades a regiones”, fundamenta.

Aprendizajes para las Pymes

La economista analiza un punto importante y es que esta crisis nos debe enseñar el valor del ahorro. “No sólo las Pymes deben pensar en esto, también las familias que funcionan como una microempresa. Hoy muchas de ellas se olvidaron del concepto de ahorrar para prevenir. En su reemplazo, el consumo y el aparentar se convirtieron en algo muy normal”, diagnostica.

“Las Mipymes tendrán que construir y mantener un fondo de emergencia para las situaciones como estas”, precisa.

“Lo segundo es que debemos aprender a reinventarnos y a innovar. Uno tiende a quedarse en lo que hizo bien y le funcionó. Pero debemos estar capacitándonos para prepararnos ante  condiciones cambiantes y adversas, tal como lo hacen los surfistas”

Dolores de las Pymes desde antes de la pandemia

Respecto al hito histórico de la ley de pago a 30 días, señala que “no soy objetiva en el tema, porque trabajé en el proyecto. Se produjo un avance gigantesco. Que las grandes empresas pagaran en plazos tan largos, provocaba un grave problema financiero a las Pymes, que quebraban por esto y no por una mala gestión”

“Las leyes están para corregir falencias de mercado”, indica.

En tanto, sobre la concentración económica, de la cual se quejan algunos sectores de Pymes, argumenta que “sí, existe, pero no significa que sea mala per sé. Países pequeños como el nuestro, no necesitan más que un par de empresas para cubrir la demanda. No importa que estén concentradas. Sí necesitan que sean desafiadas, que  una empresa más eficiente pueda entrar al mercado y competir sin problema. Por ejemplo, el pago a 30 días hizo que muchas grandes empresas fueran desafiables, porque las ventajas que tenían en la negociación con las Pymes se eliminaron”

Referente a otro dolor que afecte al segmento, dice que “creo que queda aún mucha burocracia. Hay que entender que los dueños de las Pymes hacen mucho trabajo y solo tienen 24 horas, o las dedicas a producir o a sacar distintos permisos. Siento que hay mucho por hacer todavía”

Modelo Económico Actual

Nuestra generación afronta problemáticas sociales y medioambientales. Sobre qué mejoras se podría incorporar al modelo económico chileno para responder a esos desafíos, Michelle Labbé comenta que “muchas veces se cree que todo se soluciona con regulación y en verdad se necesita desregular para permitir que las cosas funcionen naturalmente”.

“Este modelo ha demostrado ser exitoso. Lo que pasó es que en los últimos 10 años, el crecimiento disminuyó de forma gigantesca y con esa tasa hay pocos empleos, los salarios son bajos, la gente pierde la esperanza de mejorar su vida y empiezan las protestas”, menciona.

“Los sistemas son dinámicos y primero necesitas liberalizarlo, para que el crecimiento sea más alto. Segundo, necesitas un sistema educacional de calidad y no como el actual que ha ido de mal en peor. Tercero, poseer una robusta red de protección social, porque hay que entender que no todas las personas nacemos iguales. Necesitamos tomar decisiones a largo plazo, porque está más cerca de lo que creemos”, destaca.

Como cierre, la economista aconseja a las Pymes proyectarse en crecer: “todas las empresas nacen Pyme y si bien crecer no es fácil, sí se puede. Hay que aprender de la experiencia de empresas que siguieron emprendiendo y tienen la capacidad de transformación para adaptarse a los tiempos. Es la forma de mantenerse en el mercado cambiante”.

Por PROPYME

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